
¿Sabías que la alcachofa en realidad es una flor de la alcachofera (cynara scolymus) que se come cuando aún no está madura? Una hortaliza muy apreciada por su variedad de usos en gastronomía y por su gran aportación de nutrientes. En este artículo encontrarás trucos y consejos para preparar deliciosos platos con este superalimento de invierno. ¡Sigue leyendo!
La alcachofa, una hortaliza de temporada otoño-invierno cuya recolección va desde octubre a abril, es muy apreciada por los gastrónomos por su gran versatilidad en la cocina y por sus innumerables beneficios para la salud: gran poder antioxidante y antiinflamatorio, rica en fibra, minerales y vitaminas A, B, C y E y baja en calorías. Además, gracias a su contenido en cinarina, esta hortaliza ayuda a reducir y regular los niveles de colesterol en sangre y a limpiar y desintoxicar el organismo.
Sin duda, ¡una hortaliza de proximidad cuyas propiedades hacen que sea una obligación añadirla a la carta cuando es temporada!
España produce más de 200.000 toneladas anuales de alcachofa, lo que supone un 25 % de la producción europea, cultivándose principalmente en la Región de Murcia y en la Comunidad Valenciana, aunque también se cultivan en otras regiones de España como Cataluña, La Rioja, Navarra y Andalucía.
Tras eliminar los pétalos externos (¡recuerda que se trata de una flor!) llegaremos al corazón de la alcachofa. Este es lo que se utiliza en infinidad de preparaciones: menestra, guisos, arroces, asadas, al horno, al vapor… ¡Veamos unos ejemplos!
Una manera fácil y rápida de preparar las alcachofas es al horno:
1· Para ello, tendrás que cortar el tallo, ¡pero no lo tires! Recuerda que, por ejemplo, puedes utilizarlo para revueltos, salteados y ensaladas quitándole la parte exterior con un pelador.
2· Corta un poco la base para que puedan quedarse de pie y corta también las puntas superiores.
3· A continuación, presiónalas ligeramente con la mano o con la ayuda del cuchillo para separar las hojas y que se abran un poco.
4· Luego, solo tendrás que colocarlas en la bandeja del horno, sazonarlas, rociarlas con un chorrito de aceite de oliva virgen extra y hornearlas a 180 º grados, durante una hora aproximadamente. Si lo prefieres, antes de sazonar, también puedes añadir un poco de zumo de limón.
De esta manera obtendrás unas alcachofas perfectas para acompañar un plato. Recuerda que, dependiendo del plato principal, puedes darles un toque con nuestras salsas y aderezos: Salsa Tártara Risso®, una salsa cremosa con la que conseguirás un agradable toque aromático, Salsa Curry Risso®, agradablemente especiada pero no picante, Salsa de Soja Tailandesa Risso®, con la que darás a las alcachofas un intenso sabor a jengibre y a notas cítricas… ¡y muchas más!
Otra manera muy original de disfrutar de esta deliciosa hortaliza es sofreírla para conseguir unos crujientes chips de alcachofa:
1· Para ello, solo tendrás que cortar las puntas de las alcachofas, retirar las hojas más duras y limpiarla (¡Risso Consejo! Cuando una alcachofa está en su punto no debería tener pelillos en su interior).
2· Una vez preparada, un truco para evitar que se oxide la alcachofa, sin necesidad de utilizar zumo de limón, es sumergirla en un bol con agua fría y perejil.
3· A continuación, pon a calentar en una sartén un poco de la grasa semilíquida Evolution Risso®. Corta las alcachofas en láminas lo más finas posible, sécalas con la ayuda de un papel absorbente, sofríelas hasta que queden doradas por ambos lados y, posteriormente, utiliza nuevamente papel absorbente para que queden bien secas y crujientes. Volià! ¡Mira qué fácil y que chips de verdura tan originales! Ideales como acompañamiento o como una original y nutritiva tapa.
Y siguiendo la tendencia creciente de la comida oriental, te proponemos otra manera de preparar esta hortaliza que dará un toque muy original a tu carta y te ayudará a diferenciarte de la competencia: alcachofas en tempura:
1· Para ello, solo tendrás que limpiar las alcachofas y cocerlas 15 minutos en agua hirviendo con una pizca de sal.
2· Mientras, puedes preparar la tempura utilizando aproximadamente la proporción: 40 g de harina y 1 huevo por cada 160 cl de agua, muy fría. Para conseguir que la masa de la tempura quede como unas natillas, te recomendamos batir el huevo y el agua suavemente y añadir poco a poco la harina tamizada.
3· En una freidora, pon a calentar abundante Longlife Risso® (aproximadamente 10 L de Longlife por cada Kg de producto a freír).
4· Finalmente, déjalas con papel absorbente para escurrir el exceso de grasa. ¡Unas alcachofas en tempura ideales para combinar con las salsas y aderezos Risso®!
Tu creatividad no tiene límites. ¡Nuestras salsas tampoco! Encuentra tu salsa Risso® en nuestro apartado Salsas, Aderezos y Vinagretas.
Para muchos chefs, las alcachofas son uno de los ingredientes favoritos del invierno ya que son fáciles de preparar y aportan mucho sabor a todos los guisos y arroces. Para ello, solo tienes que cortar los ingredientes y rehogarlos antes de cocinarlos con agua. Un truco muy sencillo para conseguir un plato perfecto es añadir las verduras más duras al principio y las más blandas al final.
Y para conseguir que el arroz, un gran aliado de la alcachofa, se impregne y absorba todo su sabor, te recomendamos añadir las alcachofas al inicio de la cocción. Lo ideal, según la mayoría de chefs, es mezclarla en el sofrito. Incluso hay algunos que utilizan el tallo o el tronco, debidamente pelado, para oscurecer el caldo y dar aún más sabor al arroz. Otros chefs, además, prefieren añadir trozos de alcachofa previamente cocinados a la plancha o a la sartén para decorar el plato y lograr un interesante juego de sabores y texturas. Aquí, por ejemplo, tienes una deliciosa receta de arroz con alcachofas y espárragos.
Esperamos que te haya sido útil este artículo. Inspírate con estas ideas y añade este superingrediente a tu carta. ¡Las posibilidades culinarias de la alcachofa son infinitas!
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